viernes, 29 de febrero de 2008
Si renunciar al pasado conlleva a no aceptar los errores cometidos en él, no estamos avanzando en el presente. Saca provecho de tus errores, el pasado no está para esconderlo y taparlo -que inútil fue cuando lo intenté-. El pasado, de alguna manera, existió para recordar en el presente de dónde venimos y a dónde vamos, de dónde nos sacó Dios y a dónde nos lleva de viaje. Te invito -y a mí misma- a vivir el presente, dejando el futuro en sus manos, el mejor seguro de vida que puedes hacer. Te invito a vivir ESTOS momentos, vivirlos dije. Te invito a ser sabio y a aceptar tu molde, a agradecer las muestras de amor cuando llueve, te invito a dar los buenos días, a darle un abrazo a tu padre, a decir ;Te quiero;a tu madre -y mças a menudo si es posible-, a respirar el aire de hoy, a abrazar los objetivos, a ilusionarte por las próximas paradas de tu tren, los próximos destinos, te invito a vivir el presente, a vivir nuevas historias con Dios, a escribir nuevos capítulos, los de ayer ya han caducado.
Foto: Parc de l'Agulla 1998. Mis tesoros de ayer y los de hoy:)
