Misión en tu ciudad.

sábado, 27 de diciembre de 2008


Están siendo días en los que estoy escuchando a Dios de una manera que he estado perdiéndome escuchar. Todo está relacionado con la cercanía y tiempo dedicado a buscar y pararse a escuchar su voz. No fui a buscar ni a pedir, sentí que lo único que debía hacer era dar y entregar. Lo hice en un principio pero con mis actos volví a poseer lo que un día entregué. Él volvió a pedírmelo. Su voz, aún sigo aprendiendo a distinguirla y saber escucharla.
"Si tú me entregas... te prometo que todo va a salir bien."

La paz que siento... que paz, Dios está barriendo, sacando basura que había acumulado, está redireccionándome, trayéndome nuevos proyectos, ideas, revelaciones, ordenando prioridades... pequeñas cosas que descuidé. Hoy, mientras tocaba el piano Dios me dijo: "Estoy dándote una oportunidad este año para que te dediques a cosas que años atrás y los próximos no podrías dedicarte... este no es un año perdido, sino un año de OPORTUNIDAD. Quiero que profundices mi palabra, que la leas, que la estudies, que saques todo el jugo que en ella hay. Eres una misionera en tu ciudad, estás aquí por que yo te he puesto, estás en este hogar temporal, con la familia que te he regalado, estás de misionera aquí, con estos jóvenes, en esta iglesia, con la oportunidad de prepararte en los estudios, en un conservatorio, absorviendo cosas que más adelante van a servirte y a la vez dando ahora de lo que tienes en el lugar que estás. No apartes tu mirada de lo que es importante ahora, tengo cosas que revelarte aún, sólo entrégame y confía en mí sin aterrorizarte de lo que pueda pasar... y te prometo que todo saldrá bien".

Aún me queda por aprender mucho... cuando más tiempo paso a solas con Él, más soy consciente de lo ignorante que soy, sobre mi necesidad, mis errores y lo que aún me queda por aprender a escuchar la voz de Dios.

Rebuilding the Altar and the Temple.

martes, 23 de diciembre de 2008


Esta mañana me dispuse a tener un devocional. Con 5 cuerdas en mi guitarra empecé a entonar una canción, ninguna conocida, sólo era palabras sinceras, pedí perdón, brotaron palabras de mi interior, sinceras y mi llanto ahogó la voz, vino a mi mente la canción: "Mi primer amor, te adoraré por siempre, yo quiero estar pegada a ti. Llévame hoy al Santo lugar Jesús, donde te conocí."

Abrí mi Biblia en Inglés, en el libro de Esdras. Dios me habló directamente. Todos los exiliados regresaron a Jerusalén, volvieron de las provincias donde habían estado bajo la cautividad de Nabucodonosor, y todos, como un mismo hombre y con el mismo propósito, empezaron a restaurar el altar y el templo a Dios y a ofrecerle holocaustos por la mañana y por la noche. Los pueblos de alrededor querían impedir que se levantaran y restauraran el altar y el templo y les dijeron que querían ayudar a restaurar el altar con ellos, pero el pueblo judío no aceptó su ayuda. El enemigo siempre intentó frenar la restauración. Cuando leí eso paré y empecé a llorar, Dios me estaba pidiendo que restaurara mi altar, que restaurara ese tiempo de intimidad que pasábamos juntos, por la mañana y por la noche, quería volver a escucharme, que le contara, conocer y aprender más, sin importar las horas o cuanto rato y en qué momento Él quisiera llamarme para pasar tiempo los dos solos. Es tiempo de restaurar el altar y el templo, el lugar donde le conocí.

 
[ Unwritten music ] - by Templates para novo blogger