domingo, 5 de julio de 2009
He estado con muchas luchas para levantarme... si alguna vez me fue difícil ahora parecía que el esfuerzo era aún mayor.
Esta noche me quebranté... expuse todo... todo, absolutamente todo a Él. Empecé a nombrar cada cosa una por una. A medida qu iba exponiendo las cosas sentía algo dentro de mí que se desprendía, sentía alivio y calma... paz, profunda paz. Y de una forma natural ocurrió algo que hacía mucho, mucho tiempo que no ocurría. Cuando todo de mí fue expuesto y sentí su abrazo empecé a mencionar personas para que Él también las abrazara, de una forma natural pasé de orar por esas personas a interceder por ellas. Lloré y sentí más presión y fuerza al pedir y clamar por ellos que antes mientras exponía todas mis cargas y mis daños.
Dios empezó a hablarme sobre la intercesión, aún más, aún más y más. Su abrazo fue un "te he echado de menos... esperaba que vinieras y me expusieras todo... quería sanarte, y darte fuerzas nuevas... tus brazos están cansados. Ahora yo quiero depositar fuerzas, y todo lo que te prometí sigue vigente, sigo amándote, sigo mirándote y viendo en ti lo que te revelé tiempo atrás, y aún hay más. No me sueltes... y persiste."
